Los mensajes de texto pueden ser una buena manera para que los ex cónyuges se comuniquen entre sí sobre ciertos temas, como los detalles prácticos de la custodia de los hijos. Los mensajes de texto son cortos y rápidos, y es menos probable que den lugar a discusiones prolongadas que una llamada telefónica.
Por otro lado, enviar mensajes de texto repetidos a un ex cónyuge, ex amante o ex pareja a veces se puede considerar acoso, especialmente si los textos son insultantes o tienen un matiz amenazante. A veces, enviar mensajes de texto repetidos puede resultar en una orden de restricción, o incluso en cargos criminales.
Un caso judicial reciente en Nueva Jersey exploró dónde trazar la línea.
En ese caso, una pareja divorciada compartía la custodia conjunta de sus hijos. La madre era la principal madre residente, y la pareja normalmente se enviaba mensajes de texto para comunicarse sobre los niños.
Pero el padre finalmente se quedó insatisfecho con las respuestas de su ex esposa, y comenzó a enviarle mensajes de texto repetidamente para obtener más información. En un momento, envió un mensaje de texto a la madre 18 veces en un corto período de tiempo para averiguar el puntaje del SAT de su hija.
La madre solicitó una orden de restricción, alegando que los mensajes de texto repetidos constituían acoso.
Pero un juez dictaminó que, si bien los mensajes de texto del padre eran «disfuncionales», no eran ilegales porque implicaban preocupaciones legítimas sobre la vida de sus hijos.
Sin embargo, el juez dijo que si los textos hubieran involucrado otros temas, podrían haber sido considerados acoso, lo que tendría consecuencias legales.
Así que es importante tener cuidado con los mensajes de texto. Si usted siente que su ex cónyuge le está poniendo trabas sobre sus hijos u otros asuntos importantes, es mejor consultar a su abogado para discutir la mejor manera de manejar la situación. Y si sientes que los mensajes de texto de tu ex se han vuelto genuinamente acosadores, debes consultar a un abogado para que te aconseje, o, si te sientes amenazado inminentemente, llama a la policía.